, pertenece a la familia de las rubiáceas y su origen es chino. Se trata de un arbusto de follaje persistente y ramificado, de 1-1,5 m de altura. Sus hojas son simples y elípticas de aproximadamente 4-8 cm de largo.
En cuanto a sus flores, estas son blancas, solitarias, perfumadas, simples o dobles de hasta 8 cm de diámetro y, aparecen a fines de la primavera. El destino del jazmín del cabo es el jardín y el balcón y su adaptación es buena, rústica y de fácil cultivo. Prefiere el suelo fértil y ácido, con 30 cm de profundidad.
Le gusta la posición soleada en horas de la mañana y es sensible a las heladas intensas. Prefiere una atmósfera húmeda y riego abundante cada 4-5 días en verano; semanal en invierno.
En cuanto al abono, realiza un riego abundante con una solución de 1 g de sulfato de amonio por litro de agua cada 25 días en la primavera.
Si el jazmín del cabo tuviera cochinillas, contrólalas con insecticidas sistémicos. Propaga la planta por esquejes semi leñosos o acodos en verano y realiza una poda fines del invierno.
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