LOS GATOS Y SU ENERGÍA
1- Sienten atracción por los campos contaminados de energía. Recomiendan buscar el lugar donde duermen los gatos.
Ellos duermen en los lugares con mayor carga negativa.
2- Son capaces de localizar malas vibraciones y transmutarlas mientras que el ser humano presiente que algo va mal ellos localizan esas energías, tienen una percepción extraordinaria.
3- Los gatos son creadores de energía yang y son grandes sanadores.
4- Actúan a través de su intuición y se colocan donde la energía no está equilibrada Cuando las emociones y la energía se desequilibran el ying y el yang están descompensados estas corrientes energéticas nos desarmonizan y nuestra mente y nuestro espíritu están mal. Podría compararse con los puntos de acupuntura. Ellos saben dónde están y los sanan.
5- Es común que se acuestan en la cabecera de nuestra cama o incluso que busquen estar encima de nuestra cabeza, lo hacen cuando hay algún conflicto que tenemos que resolver o muchas preocupaciones.
6- Si nos duele algo ellos se acercarán a esa zona y se tumbarán o rozaran para ofrecernos su energía sanadora.
7- Su ronroneo ayuda a sanar más rápidamente fracturas, esguinces y distensiones musculares, proporcionan una energía relajante.
8-- Nos ayudan a ir a nuestro interior. Los elegantes movimientos del gato están para observarlos, son una belleza, una obra de arte para que los imitemos y es aconsejable hacerlo, imitar sus movimientos al despertar para que sanemos partes de nuestro cuerpo, desperezarse, bostezar ampliamente es un gran obsequio que la Naturaleza nos ofrece.
9- El gato es un gran regalo que la naturaleza nos ofrece para disfrutar, sanar y enriquecernos física, emocionalmente y espiritualmente.
10- Cuando ven a su dueño su cerebro se activa y segrega las mismas sustancias que cuando nosotros estamos enamorados.
Compartiendo con respeto y Amor.
¿Os gustan los gatos? ¿Compartís vuestra vida con alguno? Contadme....
Los míos son los de las foto Umi y Rony, son mis amores, me sanan la vida, me acompañan, es un amor como jamás había imaginado.
Padecía una fobia a los felinos y ahora no concibo mi vida sin ellos.
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